El sistema de Auto Financiamiento grupal nace en Europa a finales de la Segunda Guerra Mundial como un sistema de compra programada para la adquisición de todo tipo de productos, bienes y servicios. Como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, Alemania entra en una crisis económica, deteriorando al sistema financiero y la capacidad de pago y de endeudamiento de la población de clase alta, media y baja.
En vista de los problemas financieros que acarreaba la población alemana, tomando en consideración que en ese momento era imposible la adquisición de bienes de primera necesidad, y al no haber acceso a créditos tradicionales por parte de las entidades financieras y bancos, dicha población comienza a formar grupos de personas que tengan una misma necesidad de adquirir un producto, bien o servicio, mediante el cual, a través del pago de un aporte mensual, dentro de un tiempo establecido, la población Alemana adquiera dicho producto mediante la asignación cronológica del mismo, satisfaciendo así la necesidad del individuo y de la sociedad.
Un ejemplo más claro de lo antes mencionado es cuando los ciudadanos alemanes inmersos en un ambiente de pobreza y hambre, a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, y tomando en consideración el fuerte frío que azotaba a este lugar, crean la necesidad de adquirir equipos de calefacción, para lo cual, cada familia se adhería a un grupo de personas con la misma necesidad, los cuales realizaban pagos mensuales para la adquisición de un calefón mediante el mecanismo del autofinanciamiento, el cual consistía en dividir el valor del producto para un plazo determinado, el mismo que es escogido por lo adherentes, para luego mediante la modalidad que el administrador de este grupo lo decida, designe cada mes el bien o producto cronológicamente a las familias, hasta que todos tuviesen el suyo.
A raíz de esta modalidad de adquisición de bienes y servicios, este sistema ingresa a los países de América Latina, primero a Brasil donde tiene un gran auge a mediados del siglo XX (1960), de ahí se extiende a Argentina, Uruguay y Paraguay, tiempo en el cual se crea una demanda por la compra de bienes de alto costo como son vehículos, viviendas, menaje de casas, viajes y fondos para educación y su financiamiento. Para finalmente extenderse con gran auge por gran parte de Latinoamérica en países como Venezuela, Colombia, Ecuador, Chile, Perú, México.
Un factor clave para que este tipo de sistemas tengan éxito en el mercado es que: En el siglo XX la concentración industrial ha sido causa y efecto de la concentración financiera logrando que algunas instituciones bancarias establezcan dentro de sus actividades la administración de fondos comunes y a largo plazo con fines de diferente índole como son: jubilaciones, compra de bienes, maquinaria, mercaderías, etc, en condiciones casi similares a los de ahorro normal, el crédito que generaban estos fondos eran distribuidos para sus integrantes.
Es a partir de esa fecha que varias empresas a nivel nacional optan por constituirse como Administradoras de Fondos Colectivos10.
En el 2004 General Motor ingresa al mercado ecuatoriano con el sistema de autofinanciamiento grupal ChevyPlan, el mismo que comercializa a nivel nacional con la marca Chevrolet. Hoy por hoy ChevyPlan es el líder a nivel nacional en la compra programada vehicular, donde ofrecen una gran variedad de planes con y sin entrada, con plazos hasta 84 meses.